copyright© Contenido Protegido Reservados sus Derechos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Deseo.


¿Sabes que es lo que más deseo en este momento? Que seas infeliz.
Aunque suene feo y egoísta.
Aunque sea cruel y despiadado.
Yo no me merezco nada, pero tú mereces tenerlo todo, y perderlo.
Mereces sentir el mundo cayendo a tus pies, sobre ti y tu poesía barata.
Porque lo amas con las mismas letras y palabras con las que has jurado amarme eternamente.
Porque le agradeces darte la luz que me dijiste te supe dar tiempo atrás.
Mereces tener el cielo en tus manos y poder ver como lentamente se transforma en fuego y te quema. Te carcome tanto que se hacen uno.

No te odio aunque lo anhelo, he de confesar.
Y también acepto, como te lo confirme veces antes, no merezco pizca de amor, no te merezco.
Pero no miento, y no solo el rencor habla por mi cuando cuando te aseguro, tú, tu mereces menos que mis mejores sentimientos, menos que el odio que aún no logro dedicarte.

No mereces nada.

Y te atribuyo mi renovada falta de fe en el amor.
Pues he caído en la artimaña de creer poder ser amada y correspondida, pero más aún, he creído no merecerte por como me querías.

Y me contradigo sí digo que nos merecemos. Pero, estas casi tan abajo como me encuentro.
No miento cuando, y repito, confieso que anhelo con el corazón que aún palpita, sientas el dolor desgarrante y la certeza de que no es más que lo que te corresponde.
Y espero, cuando ese momento llegue, cuando lo pierdas todo y descubras que ha sucedido (finalmente), espero recuerdes mi sonrisa y tus falsas promesas de amor.

Recuérdame y odiame sí eso hace falta, pero recuerdame, porque ese impotente recuerdo es todo lo que te quedará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario