copyright© Contenido Protegido Reservados sus Derechos.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Excesos

No es que yo me aleje, se alejan de mi .Me siento de lado. Y lo único que evita que eso sea real es que aun estoy ahí, inmóvil, quieta, esperando que alguien haya oído alguna de mis palabras susurradas, gritadas, exclamadas. Así que les daré el gusto y me moveré, cambiaré de asiento, iré a otro lado. Miraré hacia otro paisaje. Y hablaré con otras personas. 
No son celos, no es envidia, no es bronca, no es miedo. Bueno, quizás sí, quizás si sea miedo. A perderme por completo, a hacerlo y que nadie lo note. A que a nadie le afecte. A que a nadie le importe. Es miedo a que tú te sientas aliviado. 


Me molesta tu prostituta forma de ser con todos. De ser tan extremadamente simpático, de ocupar tu lugar, y abarcar también el mío. De hacer que no sea necesario que yo este. Porque contigo basta. Porque tú eres suficiente, para ti y para el resto.

Porque no necesitas de mis sonrisas, ni de mis bromas tontas, porque son prescindibles, porque aquí, para el mundo y para ti mismo el imprescindible eres tú.
Tan goloso de sociedad, de encajar tremendamente. De desencajar al resto. De desencajarme a mí. 


Me molesta que me ignores cuando hay alguien mas poniéndote atención. Cuando hay más de un par de ojos observándote. Deseándote, queriéndote, sonriéndote. 
Me molesta saber que no te afecta mi molestia. Que no te duele mi dolor. Que no te mueva un solo cabello que yo me vaya alejando, que yo este desapareciendo a causa de tus sonrisas y pintorescas charlas más fuertes que las mías.
Me duele sentirme así. Me duele que no te interese que me sienta así. Me duele que no te importe que sea por ti. 


Quizás algún día notes que todo lo que tocas se llena, y ya no cabe lugar para otra persona, que tu estúpido orgullo, tu egocentrismo, tu estupidez, tu necesidad de “Yo, yo, y solo yo”, descubran que alguna vez hubo alguien, detrás de ti, debajo de ti, debajo de las sombras que creabas, debajo de las risas con las que aturdías, ahí debajo de todo lo que te hacía. Había alguien esperando verte, esperando que lo veas. Alguien que te esperó, que esperó tus tiempos, que esperó que calles solo por un momento, que seas un simple anónimo guardando silencio. Y por una jodida vez en la vida, te dignes a escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario